Otoño es tiempo de tormentas y de riadas en toda la costa del levante peninsular. En tiempos, la riera de Arenys se llevaba varios coches cada año. Y cada año muere alguien; si no es en Cataluña, en Valencia, o en Murcia.
La riada del Vallés en el 62 mató a más de 600 personas, quizá hasta 1.000. Fue el 25 de septiembre. Veinte años después, la pantanada de Tous mató a 40 personas y arrasó cientos de miles de viviendas.
Hoy nadie se cree que estas desgracias sean fortuitas, ni inevitables. Son obra del hombre y son responsabilidad de los políticos que pueden y deben evitarlas. Otra cosa es que lo hagan.
VI. Septiembre 2017
21) preparativos indepes: ¿mandeeee? Durante un año y medio, nos han vendido que el procés consistía en preparar. El problema es que nunca hemos sabido exactamente qué se preparaba, ni cómo, ni quién. El censo es un ejemplo perfecto: se dijo que el govern lo tenía, luego que no lo tenía, más tarde que podría usar otros datos y, finalmente, resulta que se usará el último censo electoral. O sea, que no se ha preparado nada, pero muy bien envuelto. La sensación que deja todo el procés es la de un farol descomunal, en el que no se ha preparado nada.
22) previsiones del gobierno: nidea. En todo el procés, el gobierno no ha dado ninguna muestra de prever los acontecimientos, ni de tener un plan. Para muestra, la más visible: no ha habido un plan de comunicación. El único argumentario ha consistido en decir que el gobierno defendería la legalidad. Nadie ha defendido, por ejemplo, el sistema de financiación vigente (debe ser indefendible), ni las conferencias sectoriales (ídem), ni las comisiones en las Cortes (ídem más). De todas las preguntas que se han hecho los ciudadanos, el gobierno no ha sido capaz de responder ninguna.
23) estrategia: una estrategia es un plan que contempla tanto las posibles acciones propias como las posibles acciones contrarias. En todo el procés, ninguna de las dos partes ha demostrado ninguna capacidad para el pensamiento estratégico. El govern, por ejemplo, nunca ha pensado qué haría si el gobierno decidía negociar; no hay plan B. El gobierno, otro ejemplo, nunca se ha planteado cómo reaccionarían los catalanes ante las detenciones de altos cargos.
24) improvisación: si el govern va de farol, el gobierno improvisa desesperadamente. Movilizar a fiscales y jueces (afines, si puede ser) no es ejecutar un plan. Las denuncias y querellas, en España, son muy difíciles de gobernar: es difícil retirarlas, es complicado pactarlas y su resultado es imprevisible, por no hablar de que no producirán sentencias hasta dentro de mucho tiempo. Los requerimientos y amenazas de sanciones son una herramienta un poco mejor, pero no mucho. El gobierno utiliza estos medios porque no ha pensado en otros.
25) la ley: del embudo. Es la que se aplica en todas partes, por lo visto. El espectáculo del Parlament al aprobar las leyes del referéndum y de transitoriedad desborda la imaginación. Cuando un parlamento no respeta las leyes, hay que preguntarse para qué existe, porque hacerlas es su función principal. Pero más grave aún es el concepto de democracia de la actual mayoría. Creen que lo democrático es hacer (y pensar) lo mismo que ellos; todo lo demás no merece siquiera ser escuchado.
26) la ley (bis): del embudo (bis). ¿He dicho en todas partes? En fiscalía, en el juzgado de instrucción, en el tribunal superior de justicia, en el constitucional. La ley es elástica. Si se aplica al amigo, la mano se relaja y la ley no alcanza para mucho; si es al enemigo, la mano se tensa y la ley lo abarca todo. Lo que antes eran unos incontrolados en una manifestación, ahora son sediciosos. Vuelven los delitos de opinión. Se censuran páginas web sin requerimiento previo ni, que yo sepa, orden judicial. Crece el temor a una degradación grave de los derechos constitucionales. Las penas con que se amenaza a la gente son absurdas.
27) un ejemplo muy grave: el día de las 14 detenciones, la policía nacional se presentó en la sede de las CUP. Querían entrar y registrarla, pero no tenían orden judicial y se quedaron a la puerta. Hasta aquí, todo normal; una cagada administrativa, lo normal. Lo que no es normal es que la policía se quede nueve horas a la puerta del partido. No podían entrar, no podían registrar, no podían hacer nada. Entonces, lo único que se pretendía teniéndolos allí, rodeados de la multitud, era provocar. Se les envió y, sobre todo, se les mantuvo allí solamente para dejar patente la amenaza y caldear el ambiente.
28) referéndum: es imposible. Será una manifestación en la puerta de cada colegio electoral, en total, 2.315 manifestaciones. Y en cada una, un mundo. Habrá quien se plantará en la puerta para manifestarse. Habrá quien intentará constituir la mesa y hasta quien lo conseguirá. Algunos, quizá muchos, discutirán con la policía. Habrá insultos, seguro, en algunos sitios. Entre tantos puntos, sin un plan, sin consignas, sin dirección, confiando puramente en la masa, es muy probable que haya incidentes, o sea, agresiones, detenciones, y fotos. El lunes habrá fotos para todos los gustos.
29) policía: misión imposible. En la ciudad de Barcelona hay unos 200 colegios electorales; en toda Cataluña, 2.315. Si hay una mini manifestación en la mitad de ellos, son un millar largo; sólo en la ciudad, 100 puntos de conflicto. Si han traído 10.000 policías y guardias civiles, tocan a cinco por colegio, digamos a 10 por punto conflictivo. Pero la policía no se va a dispersar así, como si esto fuera Annual. Actuarán de manera concentrada: 100 policías a un punto, luego los mismos a otro, etc. En los tiempos de twitter, existe un riesgo muy alto de que los manifestantes intenten entorpecer los movimientos de la policía: barricadas, manifestaciones, contenedores quemados. No lo propongo ni lo defiendo, me limito a hacer el mismo análisis que seguramente están haciendo (o han hecho ya) otras personas.
30) el barça: juega en casa, a las 16h15, contra Las Palmas.
En el próximo capítulo: lo que el agua se llevó.
VII. Paisaje tras la riada
22) previsiones del gobierno: nidea. En todo el procés, el gobierno no ha dado ninguna muestra de prever los acontecimientos, ni de tener un plan. Para muestra, la más visible: no ha habido un plan de comunicación. El único argumentario ha consistido en decir que el gobierno defendería la legalidad. Nadie ha defendido, por ejemplo, el sistema de financiación vigente (debe ser indefendible), ni las conferencias sectoriales (ídem), ni las comisiones en las Cortes (ídem más). De todas las preguntas que se han hecho los ciudadanos, el gobierno no ha sido capaz de responder ninguna.
23) estrategia: una estrategia es un plan que contempla tanto las posibles acciones propias como las posibles acciones contrarias. En todo el procés, ninguna de las dos partes ha demostrado ninguna capacidad para el pensamiento estratégico. El govern, por ejemplo, nunca ha pensado qué haría si el gobierno decidía negociar; no hay plan B. El gobierno, otro ejemplo, nunca se ha planteado cómo reaccionarían los catalanes ante las detenciones de altos cargos.
24) improvisación: si el govern va de farol, el gobierno improvisa desesperadamente. Movilizar a fiscales y jueces (afines, si puede ser) no es ejecutar un plan. Las denuncias y querellas, en España, son muy difíciles de gobernar: es difícil retirarlas, es complicado pactarlas y su resultado es imprevisible, por no hablar de que no producirán sentencias hasta dentro de mucho tiempo. Los requerimientos y amenazas de sanciones son una herramienta un poco mejor, pero no mucho. El gobierno utiliza estos medios porque no ha pensado en otros.
25) la ley: del embudo. Es la que se aplica en todas partes, por lo visto. El espectáculo del Parlament al aprobar las leyes del referéndum y de transitoriedad desborda la imaginación. Cuando un parlamento no respeta las leyes, hay que preguntarse para qué existe, porque hacerlas es su función principal. Pero más grave aún es el concepto de democracia de la actual mayoría. Creen que lo democrático es hacer (y pensar) lo mismo que ellos; todo lo demás no merece siquiera ser escuchado.
26) la ley (bis): del embudo (bis). ¿He dicho en todas partes? En fiscalía, en el juzgado de instrucción, en el tribunal superior de justicia, en el constitucional. La ley es elástica. Si se aplica al amigo, la mano se relaja y la ley no alcanza para mucho; si es al enemigo, la mano se tensa y la ley lo abarca todo. Lo que antes eran unos incontrolados en una manifestación, ahora son sediciosos. Vuelven los delitos de opinión. Se censuran páginas web sin requerimiento previo ni, que yo sepa, orden judicial. Crece el temor a una degradación grave de los derechos constitucionales. Las penas con que se amenaza a la gente son absurdas.
27) un ejemplo muy grave: el día de las 14 detenciones, la policía nacional se presentó en la sede de las CUP. Querían entrar y registrarla, pero no tenían orden judicial y se quedaron a la puerta. Hasta aquí, todo normal; una cagada administrativa, lo normal. Lo que no es normal es que la policía se quede nueve horas a la puerta del partido. No podían entrar, no podían registrar, no podían hacer nada. Entonces, lo único que se pretendía teniéndolos allí, rodeados de la multitud, era provocar. Se les envió y, sobre todo, se les mantuvo allí solamente para dejar patente la amenaza y caldear el ambiente.
28) referéndum: es imposible. Será una manifestación en la puerta de cada colegio electoral, en total, 2.315 manifestaciones. Y en cada una, un mundo. Habrá quien se plantará en la puerta para manifestarse. Habrá quien intentará constituir la mesa y hasta quien lo conseguirá. Algunos, quizá muchos, discutirán con la policía. Habrá insultos, seguro, en algunos sitios. Entre tantos puntos, sin un plan, sin consignas, sin dirección, confiando puramente en la masa, es muy probable que haya incidentes, o sea, agresiones, detenciones, y fotos. El lunes habrá fotos para todos los gustos.
29) policía: misión imposible. En la ciudad de Barcelona hay unos 200 colegios electorales; en toda Cataluña, 2.315. Si hay una mini manifestación en la mitad de ellos, son un millar largo; sólo en la ciudad, 100 puntos de conflicto. Si han traído 10.000 policías y guardias civiles, tocan a cinco por colegio, digamos a 10 por punto conflictivo. Pero la policía no se va a dispersar así, como si esto fuera Annual. Actuarán de manera concentrada: 100 policías a un punto, luego los mismos a otro, etc. En los tiempos de twitter, existe un riesgo muy alto de que los manifestantes intenten entorpecer los movimientos de la policía: barricadas, manifestaciones, contenedores quemados. No lo propongo ni lo defiendo, me limito a hacer el mismo análisis que seguramente están haciendo (o han hecho ya) otras personas.
30) el barça: juega en casa, a las 16h15, contra Las Palmas.
En el próximo capítulo: lo que el agua se llevó.
VII. Paisaje tras la riada