jueves, 18 de mayo de 2017

Donald Trump: Not that I loved Donald less, …

... but that I loved Rome more

El New York Times conserva la tradición de mantener una muestra conservadora en sus columnas de opinión. Puede que sea solamente una hoja de parra, pero ofrece todas las semanas una visión alternativa a la que domina el diario. De un tiempo a esta parte, Ross Douthat cumple esta función con artículos que vale la pena leer. Por eso uno reciente (16/5/2017) es especialmente impactante.

Douthat dice algo muy grave, y deja entender algo más grave todavía.

Expresamente, con todas las letras, Douthat insta al partido republicano a destituir a Donald Trump inmediatamente. Como suena: inmediatamente. ¿El motivo? Que es incapaz para cumplir las funciones de presidente.

 
Trump no padece ninguna enfermedad, ni es un traidor; simplemente, no comprende las exigencias del cargo ni tiene las cualidades imprescindibles para ejercerlo:

One does not need to be a Marvel superhero or Nietzschean Übermensch to rise to this responsibility. But one needs some basic attributes: a reasonable level of intellectual curiosity, a certain seriousness of purpose, a basic level of managerial competence, a decent attention span, a functional moral compass, a measure of restraint and self-control.

En esencia, dice Douthat, Donald Trump es un niño; por eso su comportamiento es infantil y por eso no se le puede depositar una responsabilidad propia de un adulto.

Si esto parece grave, lo es más lo que se insinúa en el artículo.

Douthat se remite a los colaboradores de Trump, tanto en la campaña como en la Casa Blanca. No son los medios liberales, ni las fake news que tanto indignan al presidente. Son sus asociados más inmediatos. Douthat lo dice claro: members of his inner circle. Son ellos los que dicen cada vez más claro que no le tienen respeto, que le desprecian, que colaborar con él les asquea, que lo ven como un crío, un vacío intelectual, un caso imposible.

Me parece claro que Douthat está dando voz a otra gente, poderosa, cercana a Trump, que no se atreve todavía a dar su nombre, pero que está promoviendo ya, ahora, la destitución de Trump. Es gravísimo.

Entre el vicepresidente, los ministros y los asesores presidenciales, el gobierno de Trump comprende entre 35 y 40 personas. Una docena de ellos tiene despacho en el ala oeste de la Casa Blanca.

Los nombres de algunos conspiradores: Bruto, Galba, Casio, Casca, Trebonio, Petronio … en total, serían unos 40, pero sólo se recuerda el nombre de la mitad y aun de estos, de muchos sólo el nombre.