domingo, 1 de abril de 2012

Nuevos españoles

Si John F Kennedy tuviera la ocurrencia de venir a trabajar a España, probablemente descubriría que en realidad se llama John Fitzgerald, y que Kennedy era el apellido de soltera de su madre, o algo así.

El motivo, naturalmente, es que los españoles que han de rellenar los impresos dan por supuesto que todo el planeta funciona igual que España. Si hay dos apellidos, es evidente que el primero es del padre y el segundo de la madre. Fácil.

Esta molesta experiencia la padecen muchos españoles al adquirir la nacionalidad: España no sabe ni cómo se llaman. Es especialmente frecuente con los filipinos, una ex-colonia abrumadoramente olvidada por su ex-metrópoli. La historia encierra alguna moraleja, así que la explicaré por si alguien la descubre.

Como mucha gente ya sabe, las Islas Filipinas eran una colonia española. Los españoles se instalaron por primera vez en 1565 (Legazpi). Casi tres siglos después, en 1849, el Gobernador General Narciso Clavería y Zaldúa publicó un edicto disponiendo que la población indígena adoptara apellidos españoles o de resonancia española. El resultado fue un poco caótico, a juzgar por las vacilaciones sobre el nombre del Dr. Rizal: José Protasio Mercado Rizal de Alejandro, Lam-co Alonso de la Rosa, y Realonda de Quintos según la Wikipedia en español,   José Protasio Rizal Mercado y Alonzo Realonda según la Wikipedia en tagalo.

El edicto de Clavería sobre los apellidos no debió ser suficiente para convencer a los filipinos de que permanecieran bajo la corona española, porque emprendieron una guerra de independencia larga y sangrienta. En 1898, los Estados Unidos declararon la guerra a España, la ganaron y obtuvieron así el poder colonial sobre las Filipinas y el derecho a que la guerra de la independencia filipina se librara contra ellos. Tras mucha más sangre, los americanos ganaron también a los filipinos.

La costumbre actual de los filipinos es formar el nombre y apellidos a la manera de los Estados Unidos. Usan un nombre (a menudo compuesto), un apellido y un "middle name". Suelen usar el apellido de la madre como "middle name".