domingo, 11 de septiembre de 2011

¿Mercado de trabajo?

Tendemos a pensar que las empresas se quejan de la rigidez del mercado de trabajo, y que preferirían moverse en un mercado más flexible. Sin embargo, al menos en España, esto no es exactamente así.

Para muestra, unas frases de Salvador del Rey recogidas por El País (2/9/11): Necesitamos un contrato indefinido que dé seguridad a la empresa. Un contrato directo. No como el de fomento de la contratación indefinida, que genera problemas de gestión en las compañías, puesto que a los empleados altamente cualificados a los que se les ofrece lo rechazan por ser de segunda categoría respecto al empleado indefinido ordinario. Hay que unificar el contrato indefinido en uno solo.

Vale la pena prestar atención al texto, porque es fácil perder el matiz. El problema en que está pensando el Profesor Del Rey es en realidad un problema de mercado: los empleados altamente cualificados a los que se les ofrece [un contrato con menos protección frente al despido] lo rechazan por ser de segunda categoría.

¡Vaya! A simple vista se diría que el mercado laboral de empleados altamente cualificados funciona perfectamente: los trabajadores piden un precio (en salarios y otras condiciones de trabajo) y los empresarios ofertan otro más bajo. Según sea mayor la demanda o la oferta, los precios (incluidas las condiciones del despido) subirán o bajarán.

Pero el Profesor Del Rey nos transmite que esto es un problema de gestión en las compañías, o sea, algo que las empresas no quieren. La alternativa al mercado libre nos la ofrece también: hay que unificar el contrato en uno solo. El lector no se engañará; la unificación deseada es en detrimento del trabajador.

Ya se ve claro que las peticiones de liberalización del mercado de trabajo pueden ser poco inocentes. Están encima de las mesas de negociación otros casos más serios que este. Las empresas españolas tienen una larga tradición de desconfianza en los mercados y no sería la primera vez que prefieren acogerse a la protección del legislador.