viernes, 21 de mayo de 2010

Viejas herejías

En mi juventud cometí algunos pecados (no debí ser el único). Ahora procuro no cometerlos, al menos no en público, pero no puedo decir que me arrepienta de todos. Y, desde luego, no puedo olvidar lo que aprendí de joven.

En aquellos años ochenta, además de Madonna, estaba de moda el análisis económico del derecho. Se ve que fue un pecado muy grave o quizá, como en el caso de la zorra, un empeño demasiado exigente. Pero para un laboralista no deja de ser sorprendente que ese análisis haya desaparecido del mundo de las leyes.

Al fin y al cabo, todo el mundo discute sobre el coste del despido, que es un fenómeno económico. ¿Es cierto que el coste del despido genera paro, o que reduce la contratación? Nunca entenderé porqué, si todo el mundo quiere saberlo, los laboralistas no lo estudian.

Creo que hay algunos economistas que estudian estas cosas, aunque no muchos. Uno de mis propósitos es encontrarlos.

Acabadas estas crípticas confesiones, uno de los temas del blog será mi modesta investigación sobre esta antigua y casi olvidada herejía.